Inspiración 4x4
Entrevistamos a 4 artistas diferentes y les preguntamos sobre sus procesos creativos.
Véalos en acción y descubra cómo es que trabajan.
Decidimos experimentar con 4 artistas de diferentes géneros. Una Dj, un ilustrador, una escritora y un fotógrafo. La idea: saber cómo funcionan sus procesos creativos, qué los inspira y cómo evitar el bloqueo mental. A cada uno le hicimos las mismas preguntas y el resultado no pudo ser mejor. Estuvimos con ellos, escudriñamos en su diario vivir y develamos sus rutinas. Tal vez este artículo le sirva para inspirarse, para saber de qué manera trabajan los demás o simplemente para preguntarse en qué está fallando al momento de crear.
No realmente, mis momentos de creación siempre llegan repentinamente. La creación/imaginación y las rutinas no van de la mano. Algo que sí me estimula mucho es buscar referentes, que por lo general estoy haciendo todo el tiempo, soy como una esponja y absorbo sonidos, imágenes, frases. Funciono copiando, así como funciona el cerebro humano cuando aprende algo nuevo: lo imito, luego lo interiorizo, lo mezclo con lo que ya tengo adentro, que es un “zaperoco” de influencias y experiencias, y luego lo vuelvo a sacar de una nueva manera. Así que no solo hago mixes musicales, sino que mi proceso creativo en sí es un remix.
Pelear conmigo mismo y bocetar mucho a ver si con algún golpe de suerte logra salir alguna pequeña idea cercana a algo que me guste. Usualmente, todo arranca con referencias de artistas que me gusten, o fotografías de lugares o momentos de películas o videojuegos, normalmente todas las piezas comienzan con un buen referente.
Madrugo mucho, porque siento que recién levantada tengo la cabeza fresca y las ideas más claras. También arranco leyendo mucho sobre el tema y después dejo esa información reposar en mi cabeza, que se decante; salgo a pasear a Rafaela, cocino, me veo una de esas series gringas malísimas. Después antes de escribir cualquier cosa trato de tener una conversación con varios amigos sobre el tema, eso me ayuda mucho a ordenar mis ideas. Escribo en Google Docs para poder compartirles el texto y que todos puedan comentarlo en simultáneo. También es ideal una cerveza para escribir y un café bien cargado para corregir.
Las rutinas cambian según sea la intención planteada. El último año de mi vida en el cual he estado enclaustrado moldeando imágenes, en varias partes del proceso he sentido que mi parte metódica está más afilada. Han habido pasos calculados que no he dejado al azar, inclusive los momentos de improvisación han sido planeados. Creo que en esta ocasión ha sido así, al tener un fin tan claro en la mente, desde antes de comenzar a producir mi nuevo art work ya sabía a dónde quería llegar con este, ya tenía nociones de cómo iba a moverse este nuevo universo. Esa fue la razón por la que percibí un proceso tan estructurado, aunque nunca antes había sido así... Tal vez para un siguiente proyecto cambie.
Hablar con gente, siempre el intercambio de ideas me genera nuevas. Me inspira molestar, cuando estoy con amigos jodiendo la vida, siempre me desinhibo y me salen unas ideas muy locas. Actuar, ponerme en otro papel, pensar como un personaje. También navegar en Internet, ¡soy fanática de la información y de encontrar más y más y más! Me inspiro cuando llega la noche.
Principalmente las buenas historias, ya sean en videojuegos, cine o literatura. Me gusta que los lugares y personajes estén narrando una historia. Al buscar imágenes trato de buscar, quizás inconscientemente, la posibilidad de que me cuenten historias, y sobre todo, la posibilidad de yo poder contar una historia a partir de ese referente.
Dice Diomedes “Todo lo que yo trabaje, todo es para ti.” Yo pienso lo mismo. Para mí es importante escribir con destinatario; y así escribo para enamorar: cartas de amor destinadas a los autores que admiro, a mis amigos, a las mujeres de mi familia que han sido un gran ejemplo para mí. Para dar cosas también hay que nutrirse y por eso me mantengo leyendo mucha prensa y literatura. También estoy atenta al mundo, cómo es, a qué sabe, qué siento cuando estoy enfrentada a lo exterior. Hoy vivimos unos tiempos alucinantes, “era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad…” dice Dickens cuando arranca "Historia de dos ciudades", y yo el mundo de hoy lo siento así. Tenemos acceso a una cantidad de información inconmensurable y no estamos limitados por las barreras geográficas, también estamos viviendo cambios sociales increíbles, en materia de género y libertades individuales. Eso es inspirador. El caso de Chelsea Manning, el soldado que cuando filtró información a Wikileaks era conocido como Bradley Manning y que acaba de ser condenado a un tiempo considerable en la cárcel, y exige un tratamiento para convertirse en la mujer que dice que siempre quiso ser. Ese es un caso que lo tiene todo: libertad de expresión, medios digitales, género, estar viva para ver despertarse esos dilemas retadores para la manera en que entendemos el mundo me da mucha emoción.
Para el nuevo art work que sale a final de este año me inspiró el cine italiano, Bertolucci, el teatro de los años 20, mis propios sueños. Hay muchos anhelos convertidos en imágenes. Gran parte de la inspiración se gestó de una serie de tributos que quería realizar, por ejemplo un tributo al renacimiento, un tributo a mi herencia italiana, un tributo más a mis padres. Creo que en esta ocasión todo partió de varios horizontes, de varios tiempos. No quise tener una cronología exacta, quería que fuese un remix de varias visiones que he tenido a lo largo de los últimos dos años.
Dejar respirar el trabajo, pararme y salir a caminar, o charlar, llamar a alguien, tomarme algo… Siempre es bueno volver y encontrar cosas que no podía ver antes por estar bloqueada.
Ninguno. Atravesarlo. Cuando no sé qué pintar, solo puedo pintar, o al menos tratar de hacerlo, y pasar por muchas pinturas, bocetos o rayones que no sirven para absolutamente nada, hasta lograr salir de esa desgracia.
El bloqueo creativo es difícil pero tampoco es el infierno. Si uno está ejercitándose constantemente en su oficio es raro tener un bloqueo creativo duradero. La clave, creo, es no entregarse al bloqueo, seguir trabajando, tarde o temprano algo saldrá bien. Sí, tal vez conviene cambiar de actividad en algún momento, para remover las ideas, pero teniendo en mente que no hay creatividad sin disciplina.
Pienso que se puede volver un infierno si se presiona ese proceso... Creo que en mi caso he aprendido a canalizar la presión y el miedo con el tiempo, en el recorrido muchas veces se van recogiendo fórmulas para saber cómo funcionamos de mejor forma.
La ducha. Uno es libre de ser quien realmente es, así como Dios nos trajo al mundo, sin taras o trajes, ni penas, ni nada. Puedo cantar como se me da la gana, hacer bulla, decir y hacer lo que sea. También en fiestas donde no tengo que trabajar y puedo disfrutar y soyármela. En lugares o momentos donde me siento libre y tranquila es donde más me fluye.
Nunca lo he pensado. No creo que tenga un lugar favorito, desde que la luz funcione y haya música cualquiera puede ser mi lugar favorito.
La hamaca.
No tengo ningún lugar en particular... Más bien diría que me gustan los espacios amplios, con buena luz y buen aire.
Es puramente intuitivo, no tengo ningún método. Creo en que las cosas me hablan y tengo que seguir las señales para dejarme llevar por el flow hasta llegar a la idea ganadora. Hay algo adentro que me dice que por ahí es. También siento que si una idea me apasiona mucho, es porque tiene el potencial de convertirse en algo grande.
He encontrado que sentarme a crear algo nuevo me queda imposible, lo que me funciona es crear a partir de cosas existentes, transformar. Así funciona mi proceso creativo, es una transformación que se da a partir del momento en que le pongo mi intención particular, la forma en que veo las cosas, como me suena, como me sabe, como me hace sentir bien. De hecho, en ese sentido, nunca llego a una idea finalizada porque siempre tiene el potencial de ser re-transformada y reciclada, lo cual me parece fascinante, ¡las combinaciones posibles son infinitas! ¡la posibilidad de hacer algo mejor o diferente siempre existe! Uno no tiene que parar el proceso, siempre lo puede re-editar y volver a sacar y siempre será nuevo.
Como una gran batalla conmigo mismo en la que atravieso por una gran período de encuentro mientras llega la idea, luego de entusiasmo al hallarla, luego de ira por ver que no avanza como quiero, luego de frustración por pensar qué carajos es lo que estoy haciendo mal, luego ganas de tirar la toalla, luego miedo por atreverme a pensar que podría cambiarle cosas a lo que hay pero “qué tal me lo tire” (a pesar de que existe el ctrl+z, o la posibilidad de guardar muchas versiones, o las mil capas que puede tener un archivo), luego afán por querer terminarla y salir ya de eso, luego un profundo esfuerzo por bajar el ritmo y hacerlo lento para no sacar las cosas a las patadas, luego un poco de esperanza por tomar alguna decisión que quizás podría aportarle algo a la imagen, luego llega el factor azar en el que esa decisión funciona, o no, y la imagen resulta interesante…..o no.
Escribir es conversar. Yo agradezco enormemente tener amigos inteligentes y generosos que están dispuestos a debatir mis ideas, a contarme las opiniones que tienen sobre un texto, creo que sin esas interacciones la creación es imposible. Al final lo que yo escribo es una colcha de retazos de mi mundo alrededor. Como autor soy más un coleccionista, soy un eje que une unas ideas en un texto. Y claro, hay mucho de “mí” pero mi personalidad también es una construcción colectiva, las ideas que me enseñaron mis profesores, las canciones que me mostraron mis amigos. Mi proceso creativo tiene que ver con observar el mundo que me rodea y en encontrar preguntas, paradojas o patrones, y señalarlas, pero uno no puede observar el mundo solo, lo observa en comunidad.
Lo llamaría laboratorio. Me gusta hacer intentos con todo tipo de variables, nunca se sabe cuál sea compatible con cuál, o qué combinación haga realmente conexión con lo que quiero decir por medio de mis imágenes. Últimamente estoy involucrado en todas las fases del proceso para mis fotografías, ya que creo que es importante estar en cada detalle para que de esa forma todo tenga mi ADN de principio a fin. Quiero que mis imágenes me representen sinceramente.
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