No es un paseo de Río

Entre el 5 y el 21 de agosto, Brasil recibirá el evento deportivo más importante del año y nuestro país tendrá la participación más numerosa de su historia. Se espera que la caza de medallas también sea histórica. Estas son nuestras predicciones.

A LA FIJA

El objetivo mínimo del Comité Olímpico Colombiano es lograr tres medallas de oro y un total de ocho preseas.
Estos son los llamados a estar en los podios:

Medalla de plata en Londres 2012, desde entonces no ha tenido rival en esta disciplina del atletismo. Fue campeona mundial en 2013 y 2015, oro en los Centroamericanos de 2014, en la Continental Cup de ese mismo año y en los Panamericanos de 2015, y lleva tres años seguidos ganando la Liga Diamante, torneo en el que enfrenta y supera a sus rivales olímpicas. Precisamente en una parada de la Liga Diamante 2014, en Mónaco, saltó 15.31 metros, el mejor registro de los últimos ocho años. 

La niña de oro de Londres 2012 llega mucho más madura y recorrida a un circuito hecho para su potencia y condiciones. Mariana le suma al primer lugar olímpico siete títulos mundiales y la medalla de oro de los Panamericanos 2015 y es la gran favorita para ganar en Río 2016. Sin embargo, está en un deporte con muchos imponderables que hacen que su apuesta no sea tan fija como la de Ibargüen; por ejemplo, en marzo pasado, por un imprevisto en la salida, la australiana Caroline Buchanan le ganó el embalaje final de la Copa Mundo disputada en Argentina. Pero ella va por el oro, y todos en el BMX lo saben. 

Es el mejor velocista del país y uno de los mejores en el planeta, y no sólo en pista sino también en la ruta. donde sus embalajes ya lo tienen al nivel de los más grandes. No obstante, Gaviria va a Río 2016 a ratificar su bicampeonato mundial en el Omnium, la prueba reina del ciclismo de pista, ya que reúne diferentes pruebas tanto de velocidad como de resistencia que van sumando puntos. “El Misil” (sí, así le dicen) llega a los Juegos Olímpicos para el Omnium, pero si participa en velocidad o persecución (lo que aún no se ha definido) pueden apostarle a otra medalla. 

En los Panamericanos de 2015 se colgó tres medallas de oro y dos de bronce, y ese mismo año fue campeón mundial dos veces. Con ese antecedente, sumado a una larga lista de medallas (más de noventa, algo impresionante para un tipo que apenas va a cumplir 22 años), al cucuteño se le considera una carta fija en Río 2016, especialmente en las barras paralelas y el caballo con arzones –donde es el mejor del mundo–, las dos especialidades en las que puede marcar diferencia para llevarse el oro en la competición general.

Dos veces medalla de bronce (Beijing 2008 y Londres 2012), la cada vez más madura luchadora llega a Río 2016 con una apuesta durísima: igualar o superar en la categoría de 58 kg lo hecho en la de 55 kg. La antesala es buena; acaba de ganar el oro en el Campeonato Panamericano en Estados Unidos y en el continente no ha tenido rival en el último año, pero su verdadera némesis está al otro lado del Pacífico: la japonesa Kaori Icho, tres veces campeona olímpica y diez veces campeona mundial, también se estrenará en los 58 kg. ¡Lo que promete esta batalla! 

Bronce en Londres 2012 y actualmente el quinto mejor bicicrosista del mundo según el ranking de la UCI, Oquendo llega a Río 2016 a dar el golpe y volver a meterse en el podio. El holandés Niek Kimmann es el gran favorito para el oro (es el Mariana Pajón de los hombres), pero de ahí para abajo la pelea es pareja y Carlos Mario ha estado al menos en los cinco primeros puestos de todas las competiciones que ha disputado en el último año. 

Yuri Alvear: podio en yudo

Tres veces campeona del mundo en los 70 kg, la mejor yudoca colombiana de la historia llega a Río 2016 como medallista de bronce en los últimos olímpicos y en el último mundial, y como subcampeona panamericana en 2015. Eso sí, sus intenciones de medalla las dejó claras en el Panamericano de marzo pasado, en Lima, donde volvió a ser imbatible. Dos francesas (Émane y Posvite) y la española Bernabéu aparecen como sus principales rivales.

Fabián Puerta: podio en ciclismo de pista 

“Chispas” es la carta fuerte de la velocidad en las pruebas del ciclismo de pista. Sus posibilidades en individual y en el keirin (prueba de embalajes cortos tras una moto) son altas y así lo demostró en los mundiales de Londres en marzo pasado. 

Equipo de ciclismo en ruta: al menos una medalla 

Pongámoslo así: Colombia puede llevar un equipo de cinco corredores y la preselección incluye a Nairo Quintana, Rigoberto Urán, Esteban Chaves, Sergio Henao, Miguel Ángel López, Winner Anacona, Carlos Quintero, Járlinson Pantano, Julián Arredondo, Edwin Ávila, Carlos Betancur, Fernando Gaviria y Weimar Roldán. La prueba es una etapa en un terreno montañoso en la que Nairo, Rigoberto, Winner, ‘Bananito’ Betancur, Pantano o Chaves pueden destrozar a cualquiera individualmente, pero lo difícil va a ser lograr que los elegidos, sean quienes sean, trabajen como equipo.

Equipo de pesas: al menos una medalla

La halterofilia (en colombiano: levantamiento de pesas) es el deporte que más medallas le ha dado a Colombia en los Olímpicos y esta vez no se espera nada diferente. El país tiene cinco cupos en masculino y cuatro en femenino; aunque aún no elige a sus representantes, hay cartas de mucho prestigio como Oscar Figueroa (plata en Londres 2012 y oro Panamericano en 2015 en 62 kg), Francisco Mosquera (62 kg), Luis Javier Mosquera (el mejor juvenil del mundo en los 69 kg), Ana Iris Segura (48 kg), Leidy Solís (63 kg) o Yaniuska Espinosa (75 kg).

LOS AVENTUREROS

Ganar una medalla para ellos sería un milagro, y de por sí su clasificación ya es más que meritoria. Sin embargo, su presencia en Río 2016 es el primer paso para grandes proyectos a futuro.

Rugby

Este deporte no era olímpico desde París 24. Regresa con el espectáculo de los sevens (es decir, no con catorce jugadores sino con siete) y la selección femenina clasificó de forma histórica. Ojo con las Tucanes: el rugby crece en el país y, si bien el nivel aún está lejos de potencias mundiales como Argentina o regionales como Uruguay y Brasil, esta participación en Río 2016 es un espaldarazo a un deporte de gran crecimiento en universidades de todo el país. 

Nado sincronizado 

Mónica Arango y Estefanía Álvarez hicieron lo que parecía imposible; clasificar a Colombia en nado sincronizado a unos Olímpicos tras terminar en el puesto once de un preolímpico que dominaron las parejas de siempre: España, Rusia, Estados Unidos y China. De ahí sale el oro; las nuestras van a aprender. 

Tiro con arco 

Es curioso decir que se va buscar un milagro con el equipo femenino de tiro con arco, ya que Colombia es potencia mundial en esta disciplina en la categoría de arco recurvo; sin embargo, la arquería en los Olímpicos utiliza arco compuesto, así que las integrantes de este equipo de tres aventureras va a darse una pelea épica. Si llegan a semifinales será el gran palo de la competición. 

Esgrima 

El deporte de la espada parecía de capa caída en Colombia hasta que apareció Saskia van Erven García, hija de holandés y colombiana, quien empezó a representar al Valle del Cauca primero y luego al país en diferentes torneos de florete, una de las especialidades de este deporte. Con ella se logró el único cupo en esgrima en Londres 2012 y ahora repite en Río 2016, y se espera que también renazca y se potencie una actividad que le dio buena gloria al país en décadas pasadas.

Fútbol femenino

Colombia, un país sin fútbol profesional femenino, clasificó por segunda vez consecutiva a unos Olímpicos, lo que de por sí ya es un mérito enorme. La selección femenina, sin los recursos del equipo de hombres, sin la prensa y sin el nivel competitivo necesario, volverá a buscar la gloria tras haber dado una de las grandes sorpresas del Mundial 2015 al meterse en octavos de final.

Vela

Santiago Grillo hizo historia al clasificar por tercera vez consecutiva a unos Juegos Olímpicos en la categoría RS:X (windsurf), tras lograr el último cupo de este deporte al terminar en el puesto 36 del Sailing World Cup disputado en Miami en enero pasado. Con él, esta práctica tiene la oportunidad de crecer y figurar.