Tips de cuidado visual para creativos
Nos encanta ver trabajos que llevan la imagen a la excelencia. Sin embargo, para que nuestros ojos de espectadores puedan disfrutarlos, los ojos de quienes los crean tienen que hacer un esfuerzo de días y días frente a una obra o frente a la pantalla. ¿Cómo cuidar la vista? Aquí van los consejos de un especialista.
lustradores, pintores, fotógrafos, videógrafos, escritores y tantos más, son hoy los títulos de las profesiones creativas que pasan innumerables horas haciendo uso de los ojos frente a las pantallas. Es posible que para muchos la pandemia haya empeorado esto y con creces. Llegar a la noche con el mundo borroso, picor en los globos oculares, tics en los párpados y con la sensación de no aguantar un minuto más frente a una fuente de luz, son ya habituales en la rutina de muchos, sin hablar de los dolores de cabeza, de cuello y de espalda. Y quizá muchos ya se acercan o cruzaron la línea de los treinta.
El síndrome visual informático, SVI, primero conocido como Síndrome de Tokomosho, es una realidad que se está expandiendo y a un ritmo vertiginoso con la era digital. “Produce muchos síntomas, pero principalmente la resequedad, la fatiga visual y una visión borrosa que muchas veces se interpreta como una progresión del defecto visual que ya tiene la persona en pacientes que usan gafas”, señala Carlos Eduardo Mestre, cirujano y oftalmólogo adscrito a Colsanitas. “Y muchas veces, esa visión borrosa se debe a un espasmo que tiene el músculo ciliar, el que contrae y relaja el cristalino dentro del ojo para enfocar de cerca y de lejos.”
Y aunque usted sienta que lo único que puede hacer al final del día es irse a la cama y cerrar los párpados por algunas horas, aquí le traemos algunos consejos para que tenga en cuenta y cuide sus ojos. Esos que tanto necesita.
1. Hacer pausas cada veinte minutos y ver a lo lejos es el mejor inicio
El músculo ciliar se cansa y puede sufrir espasmos, conocidos como problemas acomodativos, explica el doctor Mestre. Por este motivo, si usted tiene rutinas de horas y horas frente al computador, la tablet, el celular, todos los anteriores, o un cuaderno, una plancha o cualquier otro objeto que le exija enfocar a distancias cortas, lo mejor que puede hacer es cada veinte minutos levantar la vista y mirar a una distancia mayor a tres metros, y ojalá mucho más, por la ventana por ejemplo.
“Al hacer esto, el músculo ciliar relaja el cristalino de forma sostenida para enfocar a lo lejos. Este hábito puede conseguir que alguien no sienta la misma fatiga al final del día, pero además puede ayudar a que no se desarrolle ese espasmo que está en la raíz de prácticamente todos los problemas acomodativos. Y no es cosa menor: cuando hay un problema de acomodación, muchas personas van al optómetra y terminan haciéndose un par de gafas con una fórmula por encima de lo que realmente necesitan. Y cuando les pasa el espasmo, las gafas no les sirven y les dan dolor de cabeza y mareo.”
2. Usar lentes con filtros azul-violeta para pantallas (y UV al menos para las de sol)
Se ha descubierto que la percepción de la luz azul-violeta, un componente fundamental de la luz blanca como la que emiten el sol o las pantallas digitales –aquella comprendida en las longitudes de onda entre 380 y 475 nm–, desempeña un rol importante en la regulación de nuestro reloj biológico y bienestar, en tanto su presencia o ausencia estimula o no la secreción de la melatonina, una de las hormonas encargadas de regular el sueño. La exposición a largos periodos a fuentes directas como los computadores, televisores y celulares está asociada con la fatiga ocular, el ardor e inflamación en algunos, el mal sueño en general y en algunos casos en el deterioro de la mácula por envejecimiento después de años de exposición prolongada. Por este motivo, para todos aquellos que trabajan con distintas herramientas digitales, es recomendable conseguir lentes con muy buenos filtros y tratamientos absorbentes o reflectivos de la luz azul-violeta.
Por su parte la luz ultravioleta (UV), invisible para nosotros, es necesaria para la correcta producción de la vitamina E, pero nociva cuando la exposición es larga, por lo cual llega a tener una influencia fuerte en el desarrollo de cáncer de piel. Y los párpados no están exentos de este riesgo. “La mayoría de signos de envejecimiento y deterioro en los ojos, tanto en los párpados, como en la retina y la mácula están asociados con estas radiaciones nocivas”, señala Carlos Eduardo Mestre. De ahí la importancia de usar este otro filtro, al menos en las gafas de sol.
3. Hacer ejercicios para cuidar la elasticidad del cristalino y del músculo ciliar
Así como uno puede ir a fisioterapia para tratar una lesión o un espasmo después de padecerlo por un tiempo, uno puede aprender ejercicios de ortóptica para aliviar los problemas de acomodación. “Es como el gimnasio, toca aprender con un entrenador para saber bien qué hay que hacer, cuáles ejercicios, cuántas repeticiones, cuántas veces a la semana, para tratar lo que se necesita tratar. Los entrenadores aquí son los optómetras, que están capacitados para enseñar esos ejercicios,” aclara el doctor Mestre.
Estos ejercicios, para aquellos que tienen gafas, se realizan con los lentes puestos y alejando y acercando una lectura o un punto, por un cierto número de repeticiones unas tres veces a la semana o todos los días. “Y sirven. En mi propio caso logré, además, conservar algunos años más la elasticidad de mi cristalino y eso me permitió retrasar siete años la aparición de la presbicia, que a todos nos llega a los 40, pero que se puede prevenir por un tiempo cuidando de los ojos con estos hábitos”, agrega.
4. Cuidar la ergonomía visual del espacio de trabajo
“Como muchas veces los síntomas son dolor de cabeza, sueño, cansancio, al último que consultan es al oftalmólogo. Hasta llegan a fisiatría por problemas posturales y todo esto también es un tema de ergonomía visual”, señala Mestre. “Para arreglar eso primero hay que tener todos los artículos de uso a alturas y distancias adecuadas, pero también procurar usar asientos cómodos que ayuden a mantener posturas óptimas para la visión. En cuanto a la iluminación, es ideal que sea externa y suficiente, pero si es eléctrica entonces que sea cómoda y la necesaria para ver bien lo que se tiene entre manos.”
Así que si usted es de los que trabaja con los ojos pegados a lo que está haciendo, enderece esa espalda, descánsela sobre el espaldar de la silla y despeje el escritorio para que su pantalla lo mire a usted y no tenga que doblarse sobre la mesa para trabajar.
5. Usar lágrimas artificiales (pero las adecuadas para su caso)
Para el picor y la resequedad que se puede sentir en los ojos, el remedio de muchos son las lágrimas artificiales. Y son un gran invento: gracias a la multitud que hay y a la mayor investigación que se ha adelantado sobre los diferentes tipos de ojo seco que existen, la ceguera por ojo seco parece cada vez más un problema del ayer. Pero ojo, no está de más que consulte con un oftalmólogo para cerciorarse de no estar tapando el sol con un dedo.
“Las lágrimas artificiales están indicadas para todos aquellos que tienen alteración en la calidad de las lágrimas o en su cantidad, en su capacidad para mantener bien húmedos los ojos”, aclara Carlos Eduardo. “Esto puede deberse a muchísimas condiciones y es importante saber si la que subyace a cada caso, amerita un tratamiento o unas lágrimas artificiales en particular. Porque no todas son para todo el mundo, y las que son apenas hidratantes pueden estar dejando esa causa sin remedio y es algo de cuidado.”
6. Bonus track: si tiene tics en los párpados, debe cambiar de gafas
Si al finalizar la jornada, cuando está en cualquier otra tarea, uno de sus párpados comienza a saltar fuera de control, usted no tiene un tic. “Son espasmos por el cansancio de los músculos en los párpados, que la persona seguramente lleva apretando todo el día para enfocar mejor. Esa forma de cerrar los ojos parcialmente para ver mejor no tiene nada de malo en sí, pero sí puede crear esos espasmos molestos. Así que lo mejor que podría hacer la persona es ir a que le revisen qué hay que rectificar, para que deje de hacerlo. La gente se sorprende cuando vuelve de oftalmología y de la óptica y comienzan a notar la mejoría, porque las personas ni saben cuánto llevan acostumbradas a ver mal y hacer maromas para sobrellevarlo. Pero se ponen las gafas y les cambia la calidad de vida.”
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