Inteligencia artificial aplicada a la ilustración. ¿Se nos acaba el trabajo?
Programas de Inteligencia Artificial como Dall-E y Midjourney pueden ilustrar artículos a partir de palabras clave. ¿Qué implica este desarrollo para el futuro de los trabajos creativos? ¿Las máquinas reemplazarán a los diseñadores y a los ilustradores?
El pasado martes 9 de agosto, la revista estadounidense The Atlantic publicó un artículo sobre Alex Jones, el fundador de un portal web lleno de noticias falsas y teorías de conspiración llamado Infowars. El texto, firmado por Charlie Warzel, estaba encabezado por una ilustración con la imagen de Jones sentado ante una mesa llena de papeles e iluminado por una luz fluorescente. Y aunque el personaje es por sí solo una fuente de polémica, el artículo se volvió tendencia en Twitter por una razón muy distinta: el hecho de que la ilustración no fuera hecha por un humano, sino por un programa de Inteligencia Artificial (IA) llamado Midjourney.
La noticia habría podido pasar desapercibida si no fuera porque un usuario de la red social publicó un pantallazo del artículo con un mensaje: “Es triste lo que va a pasar en el mundo de la ilustración. Nosotros los artistas no tenemos poder político. Las empresas tecnológicas simplemente se van a engullir nuestro trabajo”. Una semana más tarde, el propio Warzel publicó otro texto titulado “Me volví viral de la forma equivocada”, en el que explica los pormenores del episodio y dice que nunca fue su intención menospreciar el trabajo de los ilustradores.
© Ilustraciones generadas por Midjourney para el artículo “Where Does Alex Jones Go From Here?”, publicado en The Atlantic.
Pero el daño ya estaba hecho: lo que siguió durante días fue una ardua discusión sobre el futuro del diseño, el pago por el trabajo de los ilustradores y si pueden considerarse o no plagio los dibujos creados por la IA. Más allá de la discusión, sin embargo, quedó en el aire un temor latente: ¿llegará el día en que la Inteligencia Artificial se encargue de labores creativas que, al menos hasta ahora, se consideran exclusivamente humanas?
¿Cómo funciona?
Midjourney es un programa de IA que ha venido haciéndose popular por cuenta de lo fácil que resulta usarlo: basta “ordenarle” la ilustración que el usuario se imagina y en menos de un minuto el resultado está disponible. Así, por ejemplo, si necesita la imagen de “un hombre caminando por las montañas”, solo debe escribirlo tal cual en la barra de búsqueda precedido por el comando /image prompt. Y eso es todo. Midjourney, como otras plataformas similares, ha sido alimentada con una base de datos de millones de ilustraciones; sin embargo, el resultado que elabora son imágenes completamente nuevas. No copia ninguna: las crea basándose en su aprendizaje previo. De ahí que resulte tan complejo y ambiguo hablar de plagio.
Aunque este tipo de programas aún están en versiones “beta” –o, mejor dicho, tienen un desarrollo incipiente–, ya hay ejemplos sorprendentes de lo que pueden lograr. En junio, por ejemplo, la revista Cosmopolitan lanzó la primera portada generada completamente por una IA: la imagen de un astronauta caminando sobre la superficie lunar. Aunque la revista aseguró que Dall-E la había “dibujado” en tan solo veinte segundos (lo cual es cierto), omitió de manera deliberada la cantidad de instrucciones detalladas que debieron darle para lograr la imagen. Como sea, es cuestión de tiempo para que imágenes como la de esa portada se alcancen con instrucciones más básicas. Y en ese momento, entonces, ¿qué va a pasar con los diseñadores? ¿Y con los ilustradores?
Ilustraciones generadas por Midjourney.
El futuro del diseño
¿Puede la IA convertirse en una amenaza para el trabajo de los diseñadores e ilustradores? Por ahora, al menos, es cuestión de perspectiva. Para Harry Villamil, artista e ilustrador bogotano que ha trabajado con animación y videojuegos, “más que una amenaza podría ser una extensión o herramienta a nuestra creatividad, o incluso una nueva rama de trabajo. Antes se creía que la fotografía era una amenaza para la pintura, pero hoy el pintor usa la fotografía como herramienta para no tener la necesidad de tener a modelos por horas, o utiliza esas fotos, las edita digitalmente y a partir de ahí vuelve a su lienzo”.
Carolina Cardona, ilustradora y diseñadora gráfica conocida como “Caroca”, lo ve como un riesgo más latente: “Sí, es una amenaza ya que puede reproducir diferentes estilos de ilustración. Al ser una herramienta tan rápida y fácil de usar además de económica, el cliente o la marca van a preferir esa opción y eso va a terminar dañando aún más el trabajo de los ilustradores, que de por sí ya es un gremio desvalorizado”, asegura.
En un artículo para El País de España, el director de arte del periódico, Diego Areso, trata un punto importante: “Los filtros de Instagram causaron furor. Todos nos considerábamos fotógrafos, pero al cabo de unos años de hacer fotos con el móvil, el trabajo de un buen fotógrafo se sigue valorando. Lo importante no es la herramienta sino tu ojo. En el mundo de la ilustración pasará algo parecido: todos haremos ilustraciones, pero van a tener un tufillo parecido y los ilustradores que sigan haciendo cosas propias y distintas, destacarán”.
Por ahí puede decantarse la sensibilidad humana. Sin embargo, sigue siendo un misterio hasta dónde podrá llegar el alcance de la Inteligencia Artificial, sobre todo si tenemos en cuenta que ya existen programas que han escrito libros, pintado cuadros o compuesto canciones. Como escribió el filósofo Dardo Scavino en su libro Máquinas filosóficas, un ensayo sobre la IA: “Con la revolución industrial, las máquinas sustituyeron al saber artesanal; con la revolución cibernética, convirtieron el saber intelectual en trabajo productivo”. ¿Hasta dónde llegaremos? Es solo cuestión de tiempo averiguarlo.
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