Kama Sutra para principiantes
Kama es el disfrute de los objetos apropiados por los cinco sentidos.
Sutra es una enseñanza o conjunto de enseñanzas.
Este es un proyecto ilustrado de Bacánika con puro talento colombiano: nueve mujeres ilustradoras y una escritora.
Una breve presentación del Kama Sutra
Por Pilar Quintana
ntes del Kama Sutra que hoy conocemos, hubo en el Indostán –la península donde en la actualidad queda India– extensos libros, también llamados Kama Sutra, que trataban sobre el amor. La versión del Kama Sutra que ronda por ahí ahora es una compilación resumida de todas esas obras que se perdieron. Fue escrita en sánscrito y su autor es Vatsyayana, un filósofo religioso del siglo II o III, del que no se sabe casi nada.
En 1883 el Kama Sutra fue traducido por primera vez a una lengua occidental –el inglés– por Sir Richard Burton y Forster Fitzgerald Arbuthnot. Este Sir Richard Burton no debe ser confundido con el actor irlandés del mismo nombre que en los años sesenta estuvo casado con Elizabeth Taylor y fue famoso por su interpretación de Hamlet y otros grandes personajes shakesperianos e históricos. Sir Richard Burton, el traductor del Kama Sutra, fue un explorador británico del siglo XIX, conocedor de muchas lenguas y culturas. Llegó a la India como soldado de la Compañía Británica de las Indias Orientales y durante su estadía aprendió varios de los idiomas que se hablaban en la península y estudió a profundidad la cultura hindú. De padres británicos, Forster Fitzgerald Arbuthnot nació en la India, donde sirvió como funcionario del gobierno colonial británico y se hizo especialista en la literatura antigua de la India.
En la Inglaterra victoriana la represión sexual era la norma y había una ley en contra de las publicaciones obscenas que daba penas de prisión a los editores que la violaran. Esto no disuadió a los traductores. Tampoco suprimieron del texto las partes más gráficas ni las consideradas indecentes, como se acostumbraba a hacer en la época, sino que lo tradujeron con fidelidad y por entero. Los únicos dos términos que dejaron en el sánscrito original fueron yoni y lingam, los nombres de los genitales femeninos y masculinos respectivamente. Más de un siglo después su traducción sigue siendo considerada vigente y en ella está basada la traducción al español, por María Tabuyo y Agustín López, que yo leí.
Usualmente Kama se traduce como “deseo”, pero la definición que aparece en las páginas del libro me parece mucho más precisa: “Kama es el disfrute de los objetos apropiados por los cinco sentidos del oído, el tacto, la vista, el gusto y el olfato, ayudados por la mente y el alma”, en otras palabras, es el placer sensual. Sutra es una enseñanza o conjunto de enseñanzas. Así Kama Sutra significa enseñanzas sobre el placer sensual.
El libro consta de siete partes, cada una dividida en capítulos, que tratan diferentes temas relacionados con la seducción y la sexualidad, pero sobre todo con el modo como deben relacionarse los amantes y comportarse en sociedad.
Como todos imaginamos, en el Kama Sutra se encuentran trucos para hacer más duradero, placentero o novedoso el acto sexual y así mismo una serie de posiciones ingeniosas como el mono, la tarántula, la silla del amor, la cascada, el artillero, la del cuervo, la indra, la vaquera de espaldas, la cruz noruega, la perezosa, el ventilador.
Sin embargo, el Kama Sutra es mucho más que una colección de exotismos sexuales. Es un manual de urbanidad, como el de Carreño, solo que especializado en temas de amor, y al mismo tiempo un tratado de educación sexual dirigido a los jóvenes, hombres y mujeres, donde aprenderían todo lo que era necesario saber antes de casarse y dedicarse a las artes amatorias.
A lo largo del texto, Vatsyayana insiste en la importancia de disfrutar del placer, de darlo y recibirlo de lleno y con entera libertad, pero hacia el final advierte que “No se debe utilizar esta obra solamente como un instrumento para satisfacer nuestros deseos”. Esto es porque, para alcanzar la liberación de otra transmigración, del ciclo de muerte y renacimiento, en el antiguo Indostán, las personas debían practicar el Kama en armonía con otros dos pilares de la vida sana: el Artha o la adquisición de bienes y riquezas y el Dharma o la virtud religiosa.
En tiempos de Vatsyayana, como en algunas sociedades contemporáneas, la mujer era una propiedad y era vista como una mercancía para el disfrute y el consumo del hombre. Al igual que hoy, como en las tarjetas del Día de la Mujer, también se la definía a partir del ideal de la mujer tierna y amorosa. Con todo, la concepción del sexo en un libro de hace mil setecientos años sigue siendo, de lejos, más moderna y sincera que la que se brinda en la actualidad en las clases de educación sexual, donde se presentan las partes del cuerpo y las consecuencias del acto, pero se obvia lo más importante: el placer, como si no fuera parte de nuestra naturaleza, una función y una necesidad, y no tuviéramos derecho a procurárnoslo.
Si es ilustrador o ilustradora y quiere participar de este proyecto, no dude en eviarnos su propuesta.
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