Trueno: la nueva voz del hip hop argentino
El MC de Buenos Aires tiene solo 20 años y un enorme reconocimiento en la escena del rap en español. Su presentación en la más reciente edición de Hip Hop al Parque confronta generaciones en torno a la evolución de este género.
El 25 de marzo de 2022, Mateo Palacios Corazzina cumplió 20 años. Mejor conocido como Trueno, el joven MC celebró discretamente este rito de paso. Pocas semanas después lanzó su segundo álbum de estudio Bien o mal, que ya tiene más de doscientos millones de reproducciones en Spotify. Desde que vio 8 Mile en su primera infancia, el MC bonaerense empezó a entrenarse en el arte del freestyle junto a su padre, MC Peligro, un rimador uruguayo que lo instruyó en la cultura del hip hop. Hace un par de semanas Trueno se sumó al cartel de Hip Hop al Parque para una participación central en el festival, convirtiéndose en una de las personas más jóvenes en hacer parte de esta celebración.
Cuando tenía 14 años, se convirtió en el ganador de A Cara de Perro Zoo Juniors, uno de los concursos claves del freestyle en Argentina. Desde entonces empezó a participar asiduamente en los eventos de improvisación –las que en nuestro argot nacional llamamos “batallas de gallos”– y fue coronándose campeón en varias de ellas. Ya en 2019, sin haber alcanzado la mayoría de edad, Trueno partió en dos los cielos en una batalla de 15 minutos contra Wolf, lo que le dio una reputación enorme en su país y Latinoamérica.
Ese mismo año, conforme empezaba la trayectoria de Bizarrap, Trueno se viralizó como un fenómeno en YouTube. Ese mismo año renunció a las batallas para centrarse en su carrera como músico, publicando en 2020 Atrevido, un álbum certero en el que colaboraba con nombres clave del nuevo hip hop argentino como Nicki Nicole, WOS y el propio Bizarrap. En este primer trabajo, Trueno contaba su historia desde su perspectiva de nueva estrella: los entrenamientos con su padre, su amor por los raperos de los 2000 de quienes aprendió sus artes y cómo cuando aún era un guachín ya estaba tirando barras frente a cientos de personas. Pocos discos presentan en su título su declaración de principios de una manera tan evidente, pero desde el rubro ya Trueno anunciaba que estaría desbaratando todo lo que la vieja escuela consideraba sagrado: en el disco se dejaba seducir por el perreo, jugaba con guitarras de rock para honrar el legado sonoro de su país y cortaba tracks sobre bases de trap minimalista.
Trueno se ha convertido en uno de los nombres claves del hip hop contemporáneo en castellano. Evidencia de ello fue su participación en la pasada edición de Hip Hop al Parque, celebrando el 25 aniversario de esta fiesta del ritmo y la poesía. “Creo que lo primero que te puedo decir, y es lo que mantenemos hasta el día de hoy y lo que tratamos de inculcarle a todos los jóvenes desde nuestro arte, es que desde el principio el hip hop nunca tuvo ayuda ni de la prensa, ni de las marcas”, contaba el argentino antes de su presentación en el Simón Bolívar. “Tuvimos que hacerlo ver por nosotros mismos, fabricar nuestros propios carteles, pintándolos nosotros en el tren, agarrando un micrófono, batallando contra la policía, contra el racismo, contra mil cosas”, añade sobre el valor de la independencia en su proyecto.
En un momento central para el hip hop de habla hispana, que tiene un extenso recorrido de décadas, Trueno es una voz que sobresale por la habilidad que tiene para conjugar imágenes inteligentes y vívidas en sus composiciones. Sin embargo, convertirse en autor le costó sangre, en el sentido de que tuvo que volver a entrenarse en una habilidad nueva, que se complementa con el arte del freestyle, a la vez que se contrapone a esta práctica. “Improvisar a mí se me hace más fácil, porque es simplemente un contrapunteo de alter egos, es defenderte todo el tiempo. Y el ser humano se defiende por naturaleza: somos animales”, reflexiona el rapero “Hacer una canción es diferente porque la inspiración no llega siempre, no llega siempre de la misma manera. Uno a veces no elige lo que le sale. Simplemente está triste y necesita escribir, simplemente está feliz y necesita escribir. No es lo mismo la creación-canción, poner un beat y subirte ahí, a la habilidad en el momento para defenderte”.
Para Trueno el hip hop es familia y fue enfático durante su presentación en Hip Hop al Parque cuando, todo hay que decirlo, el público no se comportó a la altura del nivel del festival, censurando su acto y tirándole botellas. “El único fin que tiene este género del hip hop es la unión entre nosotros mismos, con la unión abierta a cualquier persona que quiera venir, que puede ser parte. Creo que hay gente que a veces se olvida o lo confunde, creen que ser rapero es estar con cara de malo y hablar de la calle, pero al fin y al cabo el hip hop representa la unión entre nosotros, la familia, no deja de ser una pasión y una diversión en la música”, decía unos días antes, como si previera lo que terminó sucediendo por parte de algunos miembros de la asistencia, quienes no estaban conformes con su presencia en el Simón Bolívar. Estos pocos puristas, empero, no lograron aminorar su espíritu. Antes bien, lo provocaron para que su presentación fuese más emocionante.
Tiene sentido, en parte, el rechazo de un sector con relación a su participación. Trueno se presenta con una banda en vivo de varias piezas y la guitarra ocupa durante momentos de su actuación un rol protagónico. Su show no es boombap clásico, algo a lo que está acostumbrado el público capitalino, sino que coquetea con otros sonidos que problematizan su lugar dentro del género. Sin ir más lejos, hace un par de días el joven argentino lanzó un nuevo sencillo con J Balvin, uno de los rostros más visibles de la industria del reggaetón. Si antes Trueno tuvo que abrirse espacio para ser aceptado por el resto de la gente, ahora tiene que luchar también con los “custodios” de la escena, un puñado de puristas que cree tener la verdad revelada sobre lo que es el hip hop.
“Hay mucha gente hoy en día que hace música urbana que no es específicamente hip hop y no tiene por qué saber la historia del hip hop completa, sino lo que vivieron”, explica sobre el cambio del paradigma en el entendimiento del género. Y es que si Trueno nació en el 2002, su juventud tuvo que estar marcada por el ascenso vertiginoso del género en MTV y las radios. Probablemente sus primeras fiestas estuvieron orquestadas por el dembow ubicuo que se ha convertido en el faro de la identidad latina para el resto del mundo. Trueno no tiene miedo de coquetear con ello, pues entiende que las bases de su lenguaje están en la mixtura de identidades, que entender la música desde una mirada purista (más aún cuando se trata de un género por definición híbrido como el rap) es limitar las posibilidades de la creatividad a una única mirada.
Pero el MC va más allá y deja que el teclado de su banda se permita una improvisación en clave de jazz o que la guitarra explote heroica en medio de un beat sobre el que rapea el rimador. “En Argentina hubo otro boom musical que igual ayudó a construir el camino y que yo estoy hoy donde estoy gracias al rock argentino, gracias al folclore argentino, gracias a Charly, Spinetta, León Diego, Calamaro, Mercedes Sosa”. Trueno, en ese sentido, está jugando con una serie de estrategias que ya emplearon con inteligencia actos legendarios como RUN DMC (cuando grabó con Aerosmith la fabulosa “Walk This Way”) o cuando Public Enemy fue más lejos al trabajar con Anthrax (en “Bring the Noise”). Trueno es heredero de una tradición en la que el hip hop no es la única identidad de su barrio. “Lo mismo ustedes con su género nativo, la cumbia. Lo mismo México con su hip hop, con los corridos”, explica.
Pero Trueno se sobrepone a esas tormentas con elegancia. En medio del rechazo de un sector mínimo del público bogotano, el MC se lanzó al ruedo con un freestyle para cerrar la boca de sus detractores. Del beatboxing a la improvisación, el rimador demostró su conocimiento de las artes del hip hop. “Quieren competir conmigo y no pueden. Llega Trueno a Bogotá y seguro que llueve”, rimó conforme las nubes negras se cernían sobre la asistencia. “Para la gente mi palabra es el respeto. Sé que en Colombia todos vienen por el ghetto. Y para los que tiran botellas, ¿por qué no se suben a la tarima? Porque yo me comprometo. Qué vengan a batallar, a ver si se la bancan en el mismo lugar, este es un evento para todo el familiar. Unión y respeto significa rap real”. Con una muestra de destreza Trueno silenciaba a los críticos y celebraba actos claves del hip hop colombiano como Tres Coronas. El joven de Buenos Aires lleva años haciendo la tarea y, en ese recorrido, ha identificado voces claves del panorama rapero dentro y fuera del continente.
Trueno ha tenido que luchar contra el problema de ser parte del mainstream. Cada vez más el hip hop se configura como el género predilecto de los jóvenes latinoamericanos, quienes no necesariamente habitan la periferia de las ciudades o entiende a cabalidad las difíciles dinámicas del barrio. “Hoy en día el hip hop es una comunidad mundial debido a todo el trabajo que se hizo en todos los países en paralelo, tanto en Colombia, como en el Bronx, en Buenos Aires, en Rusia. Hay hip hop en cada lugarcito de la tierra”, explica. “·La gente sabe de qué estás hablando. Por eso, lo primero que premiaría del hip hop por sus logros es ese desarrollo de hacerlo de nosotros para nosotros”. El joven ha entendido una lección que muchos actores más longevos del género han eludido durante toda su vida: la unión hace la fuerza, las rivalidades nos dividen frente a los ojos de alguien para los que ya de entrada no valemos nada. “Creo que los códigos de base del hip hop son muy importantes y a las personas a veces se les olvidan. Es justamente combatir contra esa imagen que tienen de nosotros como delincuentes, como desertores de la ley o como personas que están haciendo un mal”.
Con más de dos décadas siendo el género más escuchado en los Estados Unidos, el hip hop ha venido reconociendo a una serie de nuevos talentos que se erigen con sonidos novedosos. Sin embargo, muchos de los que vienen deciden acabar con todo lo que les precede. No es así en el caso del Trueno y de la escena del hip hop en Argentina: Wos, Nicki Nicole, Bizarrap, Kamada o Kelo trabajan de manera conjunta para apoyarse en sus lanzamientos, construyendo comunidad y permitiendo que su música se llene de voces y acentos. El barrio latino está orquestado por la ubicuidad del reggaetón y estos talentos nuevos, antes que rechazarlo, lo integran en su propuesta artística, pues fue parte de lo que crecieron escuchando. “Siento que este es un camino que no tiene fin. Las generaciones anteriores son las que nos ayudaron a estar donde estamos y nosotros, inconscientemente, estamos ayudando a las generaciones que van a venir en un futuro a estar más arriba aún”, explica.
“A nosotros nadie nunca nos dio la mano. Creo que ni a los artistas de Colombia, ni a los artistas de Argentina, ni a los artistas de Brasil, ni a nadie. Siempre la potencia musical venía de otros continentes, la radio era de otro país, MTV y todo eso”, explica el rapero sobre el éxito masivo del que gozan él y sus compañeros de lucha. “Hasta esta última década no nos había tocado esta visibilidad. Simplemente fue no parar de hacer ruido, hermano. Saber que nosotros podemos y perseguir eso contra viento y marea”. Trueno se aferra al micrófono con ahínco porque recuerda el camino recorrido y amplifica su mensaje frente decenas de personas por noche para recordarles que rap real es unión y comunidad. Así lo aprendió y de esa manera lo expresa. “Nosotros éramos gente que estaba en una plaza y la policía venía y nos sacaba porque pensaba que éramos delincuentes. Los vecinos de arriba nos tiraban baldados de agua fría porque les molestaba que estuviéramos abajo haciendo arte. La gente en un momento te escucha y te presta atención. El gran éxito que está teniendo la música latina a nivel mundial se debe a la lucha que hemos dado. El latinoamericano está acostumbrado a pelear hasta la muerte y eso nos hace ser como somos”, añade.
El hip hop se ha venido transformando en cerca medio siglo de historia y Trueno es apenas una evidencia de un género por definición híbrido y en constante evolución. La presencia del argentino ratifica la idea de un festival que ha aprendido a crecer y lidiar de la mejor manera con las mutaciones de este sonido. Como señala Catalina Valencia, directora del Idartes, “vemos el Festival Hip Hop al Parque como un festival en constante evolución, en constante cambio, principalmente acompañado de las propuestas de las nuevas generaciones. En sí, el hip hop es un movimiento que se caracteriza justamente por estar en constante reinvención. En esa medida, queremos tener un Hip Hop al Parque que sea un espacio para las familias enteras, que el abuelo rapero acompañe a su nieta a disfrutar de lo que a ella le gusta y allí tendremos música para el gusto de ambos”. Con esta idea en mente, la pasada edición del festival contó con un cartel importante de nuevos talentos, pues junto a Trueno estuvo la española Santa Salut y sus compatriotas Natos y Waor, además de voces novedosas del hip hop local como El Kalvo o Keke Minowa.
“Desde mi parte se trata de mostrar que el rap está representado en mi música porque me críe con todo eso. También me críe con todas las críticas al rap y los estereotipos. El rap siempre estuvo presente. A veces más, a veces menos”, complementa el argentino. “Rap en Argentina hubo siempre. Rap en Colombia hubo siempre. Rap en México hubo siempre. Simplemente no teníamos una cámara enfrente grabándonos. Entonces hoy que sí podemos tenerla y podemos hablarle a mucha más gente en un video de YouTube o en una entrevista, hay que darle mérito a esa gente que estuvo peleando y que tuvo que esforzarse quizás el doble para alzar la mano y que la vieran”, concluye.
Perfilar un trueno es una misión imposible, pues somos incapaces de dibujar sus formas veloces para fijarlo en un solo lugar. Así lo mismo con el sonido del argentino y su arte como rimador. Trueno permite que las formas de su arte se vistan con colores diversos. Del rock al rap y del dembow al trap, el MC no tiene problema de jugar con una plétora de identidades para hacer temblar las nubes y abrir los cielos con su fuerza. El hip hop está evolucionando, así mismo los festivales y el público. Trueno es parte de una nueva generación de artistas que no dejan de crecer. Limitarlo va en contra del propósito mismo de una estética que se ha caracterizado siempre por la innovación.
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