De Palomino “salsipuedes”
Si tiene a Palomino entre la lista de viajes soñados, revise estas recomendaciones para que no se pierda las mejores empanadas de camarón y el secreto conseguir posada a cambio de unos grafitis.
alomino es uno de los lugares turísticos más de moda en Colombia y es cotizado como uno de los mejores destinos mochileros en América Latina. “Salsipuedes” le dicen en la casa de Javier, un santandereano que cruzó la puerta de La Guajira y se quedó atrapado allá, como cientos de turistas y viajeros que se enamoran de este lugar privilegiado que tiene al norte el mar Atlántico, al occidente el río Palomino, al oriente el río San Salvador y al sur, a tan solo 42 kilómetros de las olas, nada más y nada menos que la Sierra Nevada de Santa Marta.
Además de tener todos los pisos térmicos, en esta región también convergen varias culturas: guajiros, koguis, wiwas, kankuamos y arahuacos, sin contar con los colonos que se quedan a vivir. Caminando por sus calles, la mayoría sin pavimento, uno puede notar que hay más rolos que costeños, varias tiendas de paisas “avispaos”, un barrio exclusivo de ibaguereños, un restaurante italiano y olas de argentinos que van a dar a la “plasha”. Muchos turistas ya llevan más de un mes vagabundeando, sin culpas, antes de retornar a la vida cotidiana o de proseguir su viaje por el continente.
En Palomino el tiempo es diferente, es un tiempo paciente. Lo que brinda este lugar es simplemente el placer de no hacer nada, o de hacer despacio. Este es su gran encanto, por eso una de sus mayores atracciones es deslizarse en boya desde el río y dejarse apaciguar por su corriente tranquila. Su vegetación y los vientos de La Sierra hacen que el clima sea caluroso, pero no sofocante, como sí sucede en otros lugares de la costa. Además, queda muy cerca de otros destinos turísticos también cotizados de la región caribe, por lo que es una opción central para hospedarse y desde ahí desplazarse a recorrer la zona. Y aunque está joya del caribe cada vez es más visitada, todavía guarda la magia de un pueblo costero, detenido, plácido, sagrado para los indígenas, donde confluyen bosque, montaña, nieve, mar y desierto. Es el lugar perfecto para aquellos que buscan descanso en la naturaleza. Además, cabe decir que ofrece una variada oferta económica en hospedaje y alimentación, un destino ideal para todos los presupuestos.
Por todo lo anterior, Palomino pasó, de la noche a la mañana, de ser un pueblito escondido a convertirse en el lugar de moda, sobre todo para mochileros y estudiantes. No obstante, y a pesar de que es un sitio ideal para conocer personas de todo el mundo, y de que el turismo aporta un crecimiento importante en la economía del corregimiento, el mayor miedo de los lugareños es que su pequeño oasis termine convertido en un Taganga, una playa en la que no quedan habitantes nativos, pero sí mucha rumba, mucho ruido y mucha basura.
Con todo, en las polvorientas calles aún se rumoran historias que subsisten a los tiempos, que involucran magia, sueños, bebedizos, embrujos y parejas de locos enamorados que se conocen y se quedan a vivir allá. También se cuentan en voz baja historias de una violencia poco nombrada y aún temida. Mi invitación es a que conozca este destino maravilloso, disfrútelo, pero por favor no se quede. Y si quedó atrapado entre tanta belleza, o si lo embrujaron, intente retribuir de alguna manera lo que esta región nos brinda a todos.
¿CÓMO LLEGAR?
Para llegar a Palomino usted tiene varias opciones: si planea y compra los tiquetes con tiempo, o tiene la oportunidad de viajar en temporada baja, lo más cómodo, e incluso económico, es viajar en avión hasta Santa Marta o a Riohacha. Esta opción puede resultar mucho más económica (alrededor de $70.000 pesos) que viajar por carretera, que cuesta entre $110.000 y $130.000.
En cualquiera de estas dos ciudades usted puede tomar un bus que lo lleve hasta Palomino. Desde Santa Marta este bus se puede tomar en la terminal de transportes, en el sector denominado El Mercado o en el barrio Mamatoco, y desde Riohacha en la terminal de transportes. El trayecto desde ambas ciudades se demora dos horas aproximadamente y cuesta alrededor de $10.000 por persona. No es que sea lo más lujoso, pero no es incómodo, y viajar al lado de la señora con la ponchera enorme hace parte de la experiencia. Procure que le toque sentado y ayude al extranjero incauto al que le quieren cobrar $20.000 por el pasaje.
Si viaja en su propio vehículo debe tomar la carretera troncal caribe vía Santa Marta–Riohacha. Por si acaso, estas son las distancias en kilómetros, los tiempos por trayecto y una posible ruta desde algunas ciudades del país:
De Cali a Palomino hay 1278 Km y el trayecto por tierra es de 20 horas, aproximadamente.
Ruta: El Cerrito–Rozo Sur, Tuluá–Cali, Tuluá–Cartago, Carretera 50... y Mingueo–Santa Marta/Av.
Troncal del Caribe hacia Palomino.
Desde Bogotá hay 1027 Km y el trayecto por tierra es de 15 horas y media, aproximadamente.
Ruta: Bogotá–La Vega, Villeta–La Vega, Carretera 50, Carretera 56... y Mingueo–Santa Marta/Av.
Troncal del Caribe hacia Palomino.
Desde Pereira hay 1071 Km y el trayecto por tierra es de 17 horas, aproximadamente.
Ruta: Carretera 50, Letras–Manizales, Padua–Letras, Mariquita–Fresno... y Mingueo–Santa Marta/Av.
Troncal del Caribe hacia Palomino.
Desde Medellín hay 907 Km y el trayecto por tierra es de 14 horas y 15 minutos, aproximadamente.
Ruta: Barbosa–Puerto Berrío, Carretera 62, Carretera 45, Las Vegas–Curumani... y Mingueo–Santa Marta/Av.
Troncal del Caribe hacia Palomino.
Desde Cartagena hay 299 Km y el trayecto por tierra es de 5 horas, aproximadamente.
Ruta: Troncal del Caribe, Santa Catalina–Santa Verónica, Cartagena–Barranquilla, Av.
Circunvalar... y Mingueo–Santa Marta/Av. Troncal del Caribe hacia Palomino.
Desde Barranquilla hay 177 Km y el trayecto por tierra es de 3 horas, aproximadamente.
Ruta: Carrera 59 y Calle 68 hacia Carrera 82/Vía Cuarenta/Troncal del Caribe, Carretera 90 y Mingueo–Santa Marta/Av.
Troncal del Caribe hacia Palomino.
Para disfrutar del viaje como niño chiquito…
1. Si llega por avión a Santa Marta procure que le toque en la ventana para que vea cómo pareciera que el avión va a aterrizar en el mar.
2. Si viaja por tierra, pelee por la ventana para que pueda ver los platanales.
3. El bus lo dejará en la estación de gasolina, dónde al caer el sol podrá notar un simple pero bonito espectáculo: un centenar de golondrinas elijen, entre todos los lugares que se pueden escoger del paraíso, el cable de luz de esta bomba para pasar la noche.
¿DÓNDE QUEDARSE?
En Palomino hay hospedajes para todas las necesidades y bolsillos, los precios varían desde los $7000 la noche, hasta un millón en una cabaña de lujo para seis personas.
Si va con buen presupuesto puede escoger algo por la Carrera 6, una vía turística en la que se va a la playa y donde se encuentran la mayoría de hoteles, hostales y donde podrá encontrar artesanías y restaurantes. Si busca algo más económico, camine por la vía a La Sierrita, por ahí encontrará, entre otras opciones, el hostal de Simongay, un jipikogui —es decir un hippie de la ciudad de Bogotá que decidió dejarlo todo para vivir como un kogui en lo alto de la Sierra— que si dispone de tiempo, le podrá contar cómo fue que llegó a tomar esta decisión, cómo atendió el parto de sus hijos en el interior de la Sierra y cómo lograron, poco a poco, la aceptación de los indígenas que, en principio, los consideraron como una amenaza para su cultura.
Recuerde que en la mayoría de los lugares no hay agua potable. La mayor parte de los sitios saca usa una una bomba para sacar el agua del río para cocinar y para el baño, por lo que debe preferir agua filtrada.
¿QUÉ HAY PA’CER?
Plan tranqui
Palomino tiene el privilegio de ser uno de los pocos lugares del caribe cuyo calor no es tan sofocante que lo obliga a uno a ducharse cada dos horas (además el servicio de acueducto, así como el de energía, no son muy buenos y no siempre hay agua o energía para malgastar).
Sin embargo, Palomino tiene un privilegio y es que está bordeado por dos ríos: el Palomino y el San Salvador, aguas puras que provienen de las nieves perpetuas (o de las pocas que quedan) y hacen un trayecto corto para desembocar directamente en el Caribe.
Deslizarse en boya —un flotador grande— por el río Palomino hasta llegar a la desembocadura, actividad que también se le llama tubing, es un plan obligado que puede durar cuatro horas o menos, depende desde dónde decida tirarse. Si tiene suerte podrá contemplar diferentes especies de pájaros y de micos. El costo en promedio es de $25.000 y la mayoría de ecohostales ofrecen este servicio que incluye el transporte en moto hasta el lugar de partida. El río no es profundo ni rápido, así que disfrútelo sin miedo, pero con respeto.
En la desembocadura es posible sentir el frío del río que baja directamente de la Sierra al mar, y a su vez la calidez del mar Caribe. Es mágico darse cuenta de que se está bañando en aguas saladas y dulces a la vez. Pero tenga cuidado, en la desembocadura, justo donde se unen río y mar, hay corrientes que pueden jugarle una mala pasada. El mar de Palomino es hermoso, pero no manso.
La desembocadura del río San Salvador es más solitaria, pero precisamente ese es su encanto. Si desea visitarla, prepárese para una buena caminata de una hora aproximadamente por la playa. En el camino podrá observar las llamadas “madreselvas” que, según los lugareños, son segmentos de agua dulce que no desembocan en el mar, donde no es recomendable bañarse. Para llegar allá deben caminar por toda la Carrera 6 hasta la playa Las Marías, y de ahí caminar hacia el oriente por toda la playa hasta llegar a la desembocadura.
Plan ecológico
Visite el vivero de Édgar Rueda, dónde puede adoptar un árbol y sembrarlo usted mismo en la Sierra.
En Palomino la mayoría de ecohostales ofrecen planes como canotaje, kayak, rafting, caminatas por la Sierra que incluyen la vista a algunos de los pueblos indígenas que permiten el acceso de turistas, cabalgatas, rápel, recorridos en bicicleta y programas de avistamiento de aves. Además, Palomino es la puerta entre el Magdalena y la Guajira, por lo tanto, queda cerca de varios lugares para visitar como los siguientes:
• Las cascadas de Quebrada Valencia. A 30 minutos de Palomino. Puede ir en autobús en dirección a Santa Marta y bajarse en el km 48. La entrada al parque cuesta $3000. Está abierto al público de 8 de la mañana a 5 de la tarde.
• Parque Nacional Natural Tayrona. A 45 minutos de Palomino. También puede ir en bus en dirección a Santa Marta. La entrada varía según la temporada: en temporada alta vale $11.000 para colombianos, $19.500 para extranjeros residentes y $48.500 para extranjeros no residentes. Haga clic en la página de Parques Nacionales de Colombia para que consulte los valores en temporada baja, para ingreso de carros particulares o motos.
• Ciudad Perdida. A 2 horas con 47 minutos de Palomino. Recuerde que para visitar Ciudad Perdida es necesario ponerse en contacto con el instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH). Más información aquí.
• Santuario de fauna y flora Los Flamencos. A una hora de Palomino. Puede tomar un bus en dirección a Riohacha. No tiene precio de ingreso. Consulte más información aquí.
¿Rumba?
No tanta, menos mal, pero sí hay lugares para no aburrirse de tanta calma y sosiego. Casa Andina es un lugar en el que se hacen diferentes eventos culturales, desde conciertos de gaita hasta fiestas de electrónica y si prefiere la salsa puede ir al Bar Nómada.
¿QUÉ COMER?
En Palomino la oferta gastronómica que se limita mucho a la comida regional, es decir, a la comida de mar. Recomiendo ir a la desembocadura del río Palomino donde hay un pequeño puesto de comida en el cual podrá escoger entre pargo rojo, pargo plateado, curbinatas, cojinoas, lebranche, mojarra de mar, camarones, langostinos, langosta, o pollo, si no gusta de la comida de mar. El plato más económico cuesta $15.000.
Si no le gusta la comida de mar puede optar por algunas opciones alternativas que se ofrecen por toda la Carrera 6, entre ellas las pizzas de La Frontera y el restaurante italiano Primaluna Beach.
Si va en plan mochilero, lo mejor es que aproveche las cocinas de los ecohostales para cocinar: puede armarse un buen almuerzo para dos personas con tan solo $10.000.
También recomiendo preguntar por la señora Ruby, que recorre todo el pueblo vendiendo panes de orégano, mantequilla, pan francés, mogolla integral, entre otros, y valen apenas $1000. No se vaya sin probar las empanadas horneadas de la tienda Dios es Amor, hay de vegetales, carne y pollo (a $2000), y la especialidad de la casa: la empanada de camarón, que cuesta $2500. La tienda queda por la Carrera 6, al lado del Bar Nómada. Las empanadas son tan ricas que a las ocho de la noche ya se han acabado, así que trate de ir antes.
TRANSPORTE LOCAL
El transporte local se hace en mototaxi. El precio por trayecto empieza en $3000. También puede alquilar una bicicleta, y muchos ecohostales ofrecen este servicio, cuyo costo varía según el tiempo que decida utilizarla.
Algunas recomendaciones finales:
• Si va a caminar por la Sierra no utilice shorts. Cúbrase las piernas.
• Lleve suficiente repelente, hay muchos mosquitos muertos de hambre.
• No se confíe porque es la costa: Palomino es fresco y en las noches puede hacer frío, lleve buen abrigo.
• Pruebe el churro (licor artesanal). Es horrible, pero pruébelo.
• Pruebe la chicha de corozo o chicha de arroz (bebida curiosamente rosada no embriagante).
Gran parte de las fachadas de las casas de Palomino, sobre todo las que se encuentran por la Carrera 6 o por la vía a la Sierrita están grafiteadas o pintadas con murales hechos por visitantes. Incluso conozco personas que han intercambiado servicios de hospedaje y alimentación por pintar fachadas de casas y ecohostales. Este es uno de los planes espontáneos que ha surgido en la región con la nueva ola de turismo, por lo tanto, si es grafitero, muralista o simplemente le gusta hacer matachos en paredes ajenas, lleve muchas latas y pintura, hay muchas fachadas que los lugareños están dispuestos a dejar rayar. Eso sí, pídales permiso, no sea vándalo.
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