Las fronteras no son un juego
La instalación llevada a cabo en 2019 fue declarada ganadora del premio de Diseño Beazley 2020, otorgado por el Design Museum de Londres.
a misma semana en la que Joe Biden tomó posesión como el presidente número 46 de Estados Unidos, fue anunciado que la intervención al muro que divide el país del sueño americano con México, es la ganadora de la edición 2020 del Premio de Diseño Beazley. Entre otros, también galardonaron al acto performativo Un violador en tu camino, del colectivo feminista chileno Lastesis.
En medio del desierto que comparten estos dos países están instaladas barras metálicas que ocupan 1123 km en la frontera, dividiendo ambos territorios. Las barras son color marrón y unidas forman un muro, que parece más bien una reja, y deja ver entre sí la vida que ocurre bajo las dos nacionalidades. Allí, en un fragmento de menos de un kilómetro fue donde los arquitectos del estudio Rael San Fratello hicieron esta instalación, que consta de tres balancines metálicos que atraviesan la frontera, probablemente de un material similar al de las barras del muro. Tres barras horizontales de color rosa que contrastan totalmente con el gris del desierto y con el marrón del muro, y que hacen que lo que se mueva en territorio méxicano, se mueva en la misma proporción en territorio de Estados Unidos.
La construcción de este muro inició en 1994 bajo el mandato de Bill Clinton y su expansión y fortalecimiento fue una de las promesas de Donald Trump durante su campaña para ser electo como presidente en 2016. Sin embargo, la idea de intervenir este muro y resignificarlo surgió mucho antes de que Trump se lanzara como candidato. Desde 2009, el investigador arquitectónico y diseñador Ronald Rael se ha hecho preguntas sobre el significado de esta división fronteriza, su concepción como una pieza de arquitectura y su impacto sobre la sociedad mexicana y norteamericana.
En palabras de Rael en su charla Ted: “el muro atraviesa la vida de las personas. Se cortan a través de nuestra propiedad privada, nuestras tierras públicas, nuestras tierras nativas americanas, nuestras ciudades, una universidad, nuestros barrios. Y no pude evitar preguntarme. Cómo sería si la pared cortara una casa. ¿Recuerdan esas disparidades entre riqueza y pobreza? A la derecha está el tamaño promedio de una casa en El Paso, Texas, y a la izquierda está el tamaño promedio de una casa en Juárez. Y aquí, la pared corta directamente a través de la mesa de la cocina”.
En enero de 2017, el tema fronterizo fue protagonista de una crisis entre México y Estados Unidos. El ya entonces presidente Trump autorizó bajo decreto la construcción de un muro que divida las dos naciones, cuya financiación estaría a cargo de México. Uno más fortificado, o como había declarado antes: "Va a ser un verdadero muro, no una pared de juguetes como la que tenemos ahora".
Lejos de ser una frase incendiaria, Rael y su socia Virgina San Fratello le dieron un significado real con la materialización del Teeter-Totter Wall. Una instalación creada en asociación con el colectivo mexicano Chopeke, en el que tres barras rosadas atravesaron las rendijas de ese muro y formaron tres sube y baja, o balancines. Durante unos 20 minutos el muro se transformó en un juguete real y unió a los habitantes de El Paso, en Estados Unidos, y Ciudad Juárez, en México.
Según Razia Iqbal, miembro del jurado de los Diseños Beazley, “El proyecto tardó diez años en concretarse y tenía como objetivo resaltar que las acciones que se llevan a cabo a ambos lados de la frontera tienen consecuencias directas en otro”. Este jurado estuvo conformado también por Samuel Ross, fundador y director creativo de A-COLD-WALL; la artista Camille Walala; Seetal Solanki, fundadora y directora de Ma-tt-er; Matt Jones, diseñador principal de Google AI; Edwin Heathcote, crítico de arquitectura y diseño en Financial Times y Philipp Rode, director ejecutivo de LSE Cities.
En años anteriores los Diseños Beazley del año han premiado muestras de diseño como el IPhone 1 (en 2008) y el sitio web del Gobierno Británico Gov.uk (en 2013). En la edición del 2020, además del Teeter-Totter Wall, que también ganó la categoría transporte, fueron galardonados el ModSkool diseñado por Social Design Collaborative en la categoría de arquitectura; Un violador en tu camino, de Lastesis, en la categoría digital; un bolso diseñado por Telfar, en la categoría moda; la representación 3D del COVID-19 diseñada por Alissa Eckert y Dan Higgins, del Centro para el Control de Enfermedades, en la categoría gráficos; la Impossible Burger 2.0, diseñado por Impossible Foods, en la categoría producto; y los arcos de ladrillo de las manifestaciones de Hong Kong, escogidos por elección del público.
Rael y San Fratello declararon en sus redes sociales que: “Estamos totalmente sorprendidos por este inesperado honor, que compartimos con el colectivo de arte con sede en Juárez, @ColectivoChopeke. Lo que es más importante, llega en un momento en el que tenemos esperanzas de cambio y comenzamos a construir más puentes en lugar de muros”.
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