Felipe Bonilla
Este participante de Arte Joven 2015 nos cuenta cositas varias acerca de quién es, de sus fetiches,
de sus inspiraciones y de sus mañas.
¿Qué es para usted el arte?
El arte es conciencia, fuerza y enfoque… Es algo que va más allá de juicios y apreciaciones estéticas, puede ser algo que surge en cualquier situación y lugar sin esfuerzo. Hay arte prácticamente en todo, un artista conciente y enfocado es para mí el que se encarga de bajar algo de ese mundo tan etéreo y lo pone frente a los demás valiéndose de elementos palpables o no palpables.
¿Cómo llegó el arte a usted?
Para mí el arte está presente en todas las personas y de alguna forma en todo lo que hacen, no llega en determinado momento cuando un niño o niña empieza a dibujar, a tomar clases de pintura ni viene de un linaje de papás, de tíos y de abuelos artistas. En mi situación específica nunca hubo teóricos del arte, grabadores o pintores de antaño en el hogar, no asistí a clases particulares ni tampoco estuve en un colegio donde existiera una clase de artes. Creo que simplemente me hice conciente de que hay algo de arte en todo lo que se hace y no me dejé asustar de eso, empecé a enfocarlo y a cultivarlo… Es muy comprensible que a las personas a veces les dé miedo ser relacionadas con el arte y con los artistas e intenten correr en la dirección opuesta.
¿Qué tipo de técnicas usa?
Tengo muy presentes en mi carrera el dibujo, el collage y la escultura. Más allá de aspectos técnicos y de factura estas ramas del arte tienen mucho más que enseñar: incluyen también formas de ver y de pensar. Decir que domino algo me parece atrevido, a veces pareciera que la idea, el acercamiento, la pulsión es la que lo maneja a uno y le va indicando un camino, una forma de procesar y a veces de hacer.
¿Qué lo inspira?
Si uno anda pendiente y “afinado” todo puede ser inspirador. Personalmente no me gustan el arte ni los artistas tan anecdóticos ni monotemáticos, que se limitan a un solo asunto, forma de hacer o parten de un solo hecho que les marca totalmente. Eso los limita a lo que están abiertos.
¿Cómo es su ritual antes de dormir?
Tengo muchísimos problemas para dormir, no me gusta dormir solo y por eso mismo está todo el tiempo prendido un televisor, puesta música de todo tipo y luces prendidas. Sin estas “perturbaciones” no podría descansar.
¿Cómo logra parir sus ideas?
No creo que sea un proceso tan doloroso…
¿En qué espacio no convencional le gustaría exponer?
Más que exponer me parece clave que las personas se agrupen y establezcan nuevos espacios físicos o no, nuevas formas de hacer y de exhibir, compartir y hacer parte de estas dinámicas e iniciativas es lo realmente valioso.
¿AM o PM?
PM.
¿Algún fetiche?
Soy muy agorero, ando muy pendiente de las cosas que veo y lo que pasa alrededor como si le dieran a uno pistas del pasado, presente y futuro –tener los ojos bien abiertos, ¿no?–. De eso también se trata el arte un poco.
¿Prefiere museos o espacios informales?
Los dos espacios son importantes, sin uno no existiría el otro; incluso a veces se mezclan y otras cambian de bando.
¿Cuál es el lugar o momento de una exposición ideal?
Esto es muy discutible… A veces pareciera que la efectividad y el éxito de un artista se midiera por el número de exposiciones que ha hecho o los lugares en los que ha colgado sus cosas. Me incomoda mucho la carrera por engrosar la hoja de vida o exhibirse y hacer ruido, esto lleva a otros aspectos de las artes que no son tan bonitos. Eso es para mí una ilusión, el trabajo y el avance de verdad se dan en el taller y frente a la obra, se exhiba o no, se valide finalmente o no.
¿Algún maestro que recuerde todo el tiempo?
Muy pocos, de la época de universidad, que no esta tan lejana. Por ejemplo, Ramón Uribe, María Fernanda Zuluaga y Jimena Andrade (con quien en verdad nunca vi una clase), y fuera de la universidad he conocido a personas muy importantes en los lugares que me han recibido y abierto la puerta: Medellín (Taller 7), Bucaramanga (Artemisia), Valledupar (Plataforma Caníbal)… La clase no se acaba ni los maestros dejan de aparecer al salir del salón de clase.
¿Qué carga en los bolsillos?
Nada, cuanto menos mejor. Me incomoda cargar tantas cosas que finalmente no voy a necesitar ni a usar.
¿Qué mañas tiene?
Me gusta agarrar todo, darle vueltas, morderlo, romperlo… Algo así como la lista de verbos que hizo Richard Serra en algún momento (to roll, to twist, to drop, to store…).
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