La sorpresa de un ruido rosado
Como una sencilla historia sobre un técnico de radios y una recepcionista de hotel, Ruido rosa huye de la fórmula del cine colombiano de violencia y humor chabacano.
Lluvia. Humedad. Esos primeros minutos cuando llegamos a tierra caliente y sentimos cómo la garganta se seca, nuestras manos resbalan y la vista se acomoda a la magia del calor del asfalto; esas primeras sensaciones son el viaje cuadro por cuadro que propone el director Roberto Flóres con su película Ruido rosa, que se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Cartagena 2015 y recibió el premio a mejor director en la categoría de cine colombiano.
“Comienza la temporada de lluvias en Barranquilla. Una vez más los torrenciales aguaceros inundan la ciudad. En la intimidad de un pequeño taller en el centro, Luis, un hombre solitario, repara radios y televisores. Detrás del mostrador de un viejo hotel tres estrellas trabaja Carmen, una mujer que a pesar de las penurias de la vida conserva unas intensas ganas de vivir. Las desoladas vidas de Luis y Carmen sufren un vuelco el día que la grabadora de Carmen deja de funcionar. Ruido Rosa es la historia de la intimidad de dos seres anónimos en un escenario urbano inhóspito y hostil donde las soledades de agrupan en tumultos”.
Dándole un giro a esa idea de que el cine colombiano sobrevive a punta de pistola o chistes de papá borracho, Flóres cuenta una historia de amor sin montarse en dramas de novela o dejarnos con el suspiro atragantado. No necesita mil escenas o acciones para contar una historia, sino que toma el espacio y el clima como terceros protagonistas y nos hace emprender el viaje con sus personajes, sin que nos demos cuenta.
Aunque la narración es lenta, uno comprende poco a poco que más que falta de acción, se trata de un deseo de contemplación por parte del director, el sueño de mostrar otra parte del Caribe o el Caribe desde otra parte: sus tiempos que parecen marcados por las olas y no por el reloj y esa Barranquilla de cafés, bolero y nostalgia.
Hablamos con el artífice de esta película sobre su historia, el erotismo a los cincuenta años y de sus papás bailando en un bar:
Ruido rosa se estrena en salas comerciales el 9 de abril, y es importante recordar que en Colombia dura más en cartelera una película de Bruce Willis que una nacional, así que si está cansado de los clichés sobre lo que se cuenta del país y sus ciudades y quiere ver un relato de amor bien contado: ¡vaya a verla! No le cambiará la vida, pero al menos lo dejará con el cuerpo arrugado.
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