Guía ilustrada del amor libre
-Septiembre 16, 2019
En el día del amor y la amistad (o todos los días) recuerde: hay muchas maneras de amar.
En esta entrega de la columna Mariquismo Juvenil, Zay Cardona aclara conceptos y formas alternativas de compartir el afecto y el deseo. Spoiler alert: el amor romántico, como nos lo han mostrado en las películas y en las canciones de Julio Jaramillo, no nos funciona a todos.
L
a idea de amor tradicional suena divina en la teoría, pero puesta en práctica puede llegar a ser de lo más tóxico: promueve ideas como la monogamia obligatoria, que tenemos cierto poder sobre los cuerpos de los demás, la sumisión de mujeres a hombres (algunos gais y lesbianas replican este modelo) y el amor por interés. Eso, sin contar que no les da cabida a los cuerpos que no son para el consumo de los hombres hetero.Sin embargo, aquí estamos cambiando el paradigma. Tener una relación abierta me ha hecho preguntarme muchas cosas sobre el amor y sentir un gran interés por el amor libre, un tema que antes miraba como si estuviera en la última fila de un concierto y al que ahora parezco hacerle cosquillas con las pestañas. Por ello hice esta pequeña guía ilustrada, para comprender algunos conceptos y entender que hay muchas maneras de amar y que el amor no siempre tiene que ser romántico o monógamo.
Nos han pintado que el amor es eso que ocurre cuando encontramos a nuestra media naranja, a la persona de la que solo nos va a separar la muerte. Y no: así la meta sea encontrar a nuestra alma gemela, el amor debería entenderse como un conjunto de experiencias, como todos los encuentros que tenemos con otras personas y que, por un momento, nos completan.
Es muy fácil confundir monogamia y poligamia con monoamor y poliamor. Pero son conceptos muuuy diferentes: la monogamia y la poligamia implican unirse legalmente con una persona o con más, mientras que el monoamor y el poliamor se inclinan por amar a una o más personas sin querer o necesitar el respaldo de alguna institución.
La mayoría de personas viven según este modelo, que de acuerdo al Glosario no-monogámico básico, un artículo del diario digital MDZ, es un patrón “que implica varias uniones y rupturas de corazón a lo largo de la vida”. Pero un momentico, que aunque lo socialmente aceptado es descartar a uno y darle la bienvenida al otro, la monogamia no salva a nadie de enamorarse de otras personas. Thank you, next.
Es la capacidad de mantener una relación amorosa con varias personas a la vez, con pleno conocimiento y aprobación de todas las partes. Según el artículo de MDZ, se basa en los valores de “sinceridad, lealtad, comunicación, confianza, dignidad y respeto”. Así que no, Maluma. Tus canciones no son poliamor.
Una persona poliamorosa puede tener una relación más importante que las demás. Pero en esa misma onda, debería respetar y cuidar sus relaciones menos importantes, y reconocer que más que platos de segunda mesa, son otras formas de sentir y de experimentar el amor.
Si pensamos los celos como un gran pulpo, cada tentáculo sería un tipo de emoción negativa. Al menos así lo plantea el educador sexual Reid Mihalko, quien también asegura que los celos son una respuesta mecánica a esas emociones negativas. En ese sentido, es megaimportante identificar dichas emociones negativas y trabajarlas de raíz si quieres dejar de tener celos de tus ojos cuando miran a otra chica. Letra pequeña: nadie dijo que fuera fácil.
Existe la idea de que las personas poliamorosas son promiscuas o infieles, y pues no. Las personas poliamorosas pueden tener relaciones cerradas donde cumplan las mismas reglas de la fidelidad “tradicional”, que son las reglas que uno pone cuando tiene una relación honesta, pero dentro de un grupo cerrado de tres personas o más.
En una misma relación puede haber personas monoamorosas y poliamorosas. Por ejemplo: supongamos que una de las partes es asexual, y comprendiendo las necesidades de su pareja no asexual, está de acuerdo con que su pareja se relacione con más gente. (Pero cuidado con el man que tiene 20 novias y no deja que ellas se acuesten con alguien más. Eso no es Mono-Poli, es más bien un Monopolio y puede ser una señal de abuso).
MDZ define una relación abierta como aquella donde “existe un acuerdo entre sus miembros de que es aceptable involucrarse sexual y/o afectivamente con alguien aparte de esa relación”.
Dentro del acuerdo se suelen establecer normas que son supernecesarias para garantizar la prosperidad de la relación. Pero ojo, que abusar de ellas reduce lo libertario del asunto.
No solamente se trata de intercambiar parejas. Los swingers son parejas estables no monógamas que disfrutan de tener encuentros sexuales ocasionales con otras parejas o personas de manera recreativa. Normalmente los encuentros se hacen entre conocidos y desconocidos que comparten la misma afinidad.
Aquí no se contempla ningún tipo de restricción: cada individuo puede elegir cómo relacionarse con los demás y no tiene la presión de ponerle una etiqueta a la relación, como “amigos”, “es complicado”, “relación abierta”, etcétera. Suena muy utópico, pero según MDZ, “se basa en el consenso y requiere un grado de compromiso, que se construye desde cero en el momento de iniciar la relación y no se basa en expectativas fundamentadas en los roles de género o las tradiciones”.
Después de todo este montón de conceptos, este me parece el más importante: el cuidado emocional y físico de todos nuestros vínculos, incluidos aquellos con los que solo se comparten relaciones sexuales. Que te rompan el culo pero no el corazón.
Bibliografía
#AmordeelaAalaZ, pequeño diccionario (no ilustrado) del amor libre de la A a la Z, Clarín
Battling The 8-Armed Octopus of Jealousy, Reid Mihalko
Agradecimientos especiales a Sofía Pérez por aportar la bibliografía.
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