Al interior de las peluquerías con más onda de Bogotá
Bacánika le pidió a la fotógrafa Victoria Holguín que identificara aquellos rincones de Bogotá que, además de ofrecer cortes y tinturas para el pelo, se han convertido en lugares de peregrinación gracias a su estilo y al de los profesionales que les dan vida.
r a la peluquería puede ser tarea mensual para algunos, momento de relajación para otros, incluso una lucha interior sobre si entregarle el pelo e imagen (aspectos que pueden llegar a ser sagrados para más de uno) a un par de manos que confiadas hacen su trabajo frente a un espejo.
Tanto para los que les gusta la charla espontánea con el peluquero (tan casual pero a la vez tan cercana) como para los que en silencio detallan los cepillos, champús, planchas, tijeras, e incluso a otros clientes, esta selección de peluquerías bogotanas ofrece la posibilidad de apreciar esa estética de los lugares dedicados al corte y estilo.
DeRulo
Calle 56 # 6 - 33
Andrea Gutiérrez, dueña de este salón de belleza, defiende a capa y espada que cambiarse el look puede ser una experiencia transcendental: “Algo que caracteriza a DeRulo es que escuchamos a nuestros clientes. Aunque ellos no se ven al espejo mientras les cortamos el pelo, por la reacción que tienen una vez pueden ver el corte terminado podemos saber si interpretamos bien eso que ellos compartieron con nosotros a través de la conversación. Me gusta pensar que más que la peluquera de mis clientes, soy un medio que les ayuda a reflejar lo que son”.
Barber Lounge
Avenida Caracas # 44 - 50
Carteles de Stevie Wonder, sacos y guantes de boxeo, figuras de beisbol y pantallas en las que se trasmiten deportes hacen que el ambiente de Barber Lounge se sienta como una versión bogotana de barbería americana. Los clientes pueden tomarse una cerveza y ver el partido de turno mientras se pulen la barba o se hacen un corte. Barber Lounge también ofrece a sus clientes cursos de barbería con certificación.
Carolina Vieira
Calle 69 # 4 – 32, apartamento 501, Edificio G69
La peluquería de Carolina Vieira tiene tantos adornos y detalles tan bien pensados y agradables a la vista, que su profesión como artista plástica es algo que no sorprende. Carolina estudió maquillaje artístico y asesoría de imagen en París, pintura en Londres, dibujo en Nueva York y corte de pelo en Bogotá. Su trabajo se fundamenta en cada persona, su figura y sus ilusiones. El salón es ideal para dedicarse tiempo y construir una imagen “a partir de lo que cada uno es y siente”. Además de especializarse en cortes de pelo y maquillaje de novias, realiza talleres de vestuario y estilo personal, manejo del pelo y de color.
Color Master Barber Keysha
Carrera 10 # 23 - 08, segundo piso
Una secuencia de imágenes de Bob Marley sobre un fondo con los colores de la bandera jamaiquina y un sombrero con dreadlocks dan la bienvenida en esta peluquería y barbería. Además de cortes de pelo y barba se hacen trenzas, peinados y es posible comprar cabello. Sasha, la dueña de Barber Keysha, se encargó de que el mismo estilo que le da su turbante fuera notable en toda la peluquería. Tambores, cabezas de maniquí con pañoletas, imágenes de comunidades afro y los colores rojo, verde y amarillo que se ven por todo el local hacen sentir a quien entra que ha dejado Bogotá por un típico lugar caribeño.
La Peluquería
Carrera 3 # 12d - 83
Ubicada en el Centro Histórico de la ciudad, La Peluquería funciona también como un escenario artístico. En caso de que le incomoden, los espejos no existen en las paredes. Mientras le cortan o le pintan el pelo puede entretenerse mirando los objetos y decoraciones retro que decoran el local: perlas, juguetes, pinturas y letreros con frases como “área de motiladas” o “cabezas rueden” que seguro, en vez de incomodarlo o asustarlo, lo harán sentirse cómodo en un espacio en el que lo conceptual hace parte de su cambio de imagen.
Taller del Pelo
Carrera 14A # 82 - 62
Lámparas en forma de cepillos para el pelo, máscaras de colores, discos en el techo y señales de tránsito con letras que aluden a Teusaquillo, Usaquén, Suba u otras zonas de Bogotá son algunos de los detalles de este taller de la imagen que es a la vez una propuesta urbana. Carlos Álvarez, su fundador, describe así la manera en la que el corte, el peinado, la tintura y el cuidado se asumen en el lugar: “Esculpimos el cabello como todo un arte donde el corte te debe brindar una sensación de libertad y felicidad. Interpretamos estas expresiones en obras con materiales reutilizables, plasmamos nuestras ideas y creatividad para transformar lo convencional en un espacio lleno de música, amor y arte”.
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