Alfabeto bogotano
Les traemos un adelanto de Alfabeto bogotano, un compilado de palabras capitalinas en forma de libro que le calentará el corazón hasta al más frío de los rolos.
Bien sea por el tiempo que tomaría, o porque da algo de miedo, recorrer Bogotá de punta a punta es algo que muchos de sus habitantes nunca harían. Pero el libro Alfabeto bogotano propone hacerlo a través de palabras que se escuchan en sus calles y que hacen parte del carácter de la ciudad.
Editado por Milserifas e ilustrado por Lizeth León, este delicado trabajo contiene 29 letras y dígrafos (porque, perdón la ñoñada, pero eso último es lo que son la ch y la ll), y es a la vez un glosario de 29 palabras cercanas al corazón de esta fría y hermosa ciudad.
En el libro, cuyo lanzamiento está programado para el domingo 22 de abril en la Feria del Libro de Bogotá, se ilustran nombres comunes y nombres propios, palabras endémicas de la ciudad o de su día a día (léase: trancón), e incluso otras que tienen su origen en la lengua chibcha (la que se hablaba en la tierrita antes de que llegaran los españoles).
Los dejamos entonces con el adelanto, donde encontrarán algunas de las palabras que más nos gustaron y las que empiezan con los famosos dígrafos.
Ajiaco: es el plato típico bogotano; consiste en un caldo de pollo y papas (de distintos tipos, pero la más importante es la criolla), además de guasca; se le puede echar alcaparras encurtidas y crema de leche. Por lo general va acompañado de mazorca, arroz y aguacate.
Esfero: se le dice así en Bogotá al bolígrafo o, como se le dice en Medellín, al lapicero.
Ize: hormiga, en lengua chibcha.
Llovedera: así se le llama en Bogotá al hecho de que llueva constantemente, tanto que da la impresión de que llueve todo el tiempo, y si no está lloviendo, de que está a punto de llover o de que acaba de llover. ¡Qué llovedera!, suelen exclamar los bogotanos ante la visión de los cielos.
Ñatas: nariz y, en ocasiones, específicamente, nariz poco prominente.
Onces: merienda vespertina que habitualmente consiste en una taza de chocolate (o alguna otra bebida caliente, como el agua de panela), queso y almojábanas, panes, buñuelos, mantecadas. Dicen que el nombre se debe a las once letras de la palabra aguardiente, que se consumía para contrarrestar el frío capitalino.
Uchuva (o uchuba): planta americana propia de climas paramunos, fríos o templados. Así mismo se llama su fruto, que es amarillo cuando está maduro. Según Las apuntaciones críticas sobre el lenguaje bogotano de Rufino José Cuervo, esta palabra es un muisquismo: la terminación uba significa fruta o flor.
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